Y miro...y sólo veo

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"Y miro, y sólo veo velocidad de vicio y de locura. Todo eléctrico: todo de momento. Nada serenidad, paz recogida. Eléctrica la luz, la voz, el viento, y eléctrica la vida. Todo electricidad: todo presteza eléctrica: la flor y la sonrisa, el orden, la belleza, la canción y la prisa" Miguel Hernández La verdad es que cuesta ver otra cosa, aunque existe una realidad calmada, tranquila, analógica aún, conectada con la naturaleza, que es lo que somos. Es difícil encontrar un tiempo para la calma y un lugar para la confianza en el ser humano, pero vamos a creer que existe. ¿Cómo no? Vamos a ponernos un propósito para este año que está aún desperezándose. Pero por favor, sencillo.

Mizu no Kokoro, seamos como el agua

 


Año deseado este 2021, más por escapar del 2020 que por lo que este nuevo año nos pueda traer.

Cada transición al nuevo año surge en nosotros la ilusión de ser capaces de crear una nueva realidad, de dirigir nuestra vida hacia un nuevo rumbo y lo hacemos ejercitando el popular momento propósito” (para el próximo año me propongo ir al gimnasio, dedicarme más tiempo, trabajar menos…)

Tras un 2020 que trastocó todos nuestros planes es posible que muy pocos hayan sucumbido de nuevo al "momento propósito" y hayan optado por el “momento deseo” (por favor que el 2021 sea mejor que el 2020!!!)

Ahora que ya llevamos unos pasitos en este año recién estrenado, ¿qué propósito nos sería útil y llevadero y sobre todo viable?

Es difícil hacer planes de ir a tal o cual sitio pues no sabemos cuánto de autonomía tendrán nuestros cuerpos hasta que llegue la “inmunidad de rebaño”. Si además tenemos en cuenta que el teletrabajo ha llegado para quedarse, más nos vale estar preparados con una forma de actuar suficientemente resistente a lo que pueda venir. Y esta forma de estar y de ser es de la que vamos a hablar en este artículo, el Mizu no Kokoro (Corazón como el agua)

Es posible que os suene la famosa frase de Bruce Lee “Be water my friend”, relacionada con las artes marciales y con el kárate en particular. El agua como metáfora de calma y al tiempo movimiento, el agua como ejemplo de aceptación, el agua del estanque en calma que refleja lo que hay a su alrededor pero no deja ver lo que hay dentro.


El agua que es capaz de acoger la piedra que la golpea y el agua convertida en nieve y hasta en hielo y puede bloquear a una ciudad por entero. 

Metáfora poderosa la del poder del agua, vamos a ver cómo nos puede ayudar a enfrentar este nuevo año.


Mizu no Kokoro representa un estado mental, en el que logramos la calma a pesar de lo que nos rodea. Para llegar a este estado mental necesitamos:

  • 1. Atención: El estado de atención y conciencia, viendo todo como si fuera la primera vez para situarnos en estado de aprendizaje.
  • 2. Conexión: El estado de conexión con lo que nos rodea, con constancia y persistencia para no dejarnos llevar por lo que no es importante para nosotros.
  • 3. Egoless”: El estado de mente sin ego, como un espejo que refleja y no juzga, que nos aleja del miedo y la ansiedad.
  • 4. Equilibrio: El estado de valentía y estabilidad, que nos permite recibir y ceder fácilmente al tiempo que nos arraiga a nuestros verdaderos objetivos.
  • 5. Compasión: El estado superior que nos lleva a una nueva misión, la de reconciliarnos y reconciliar las diferencias.

¿Qué ventajas nos proporciona este estado mental en nuestra vida personal y laboral?

 

  • Mayor capacidad de adaptación: con una actitud como el agua los cambios no nos golpean, nosotros recibimos los cambios.
  • Salud emocional y física: autoconocimiento que nos permite responder mejor a las situaciones y reducir las preocupaciones y el sufrimiento.
  • Productividad: al estar concentrados en lo que estamos haciendo sin dejarnos distraer por las perturbaciones, reaccionando desde el control, ejecutamos las tareas con menos esfuerzo.

 

Nuestro primer paso

Por supuesto que dominar los 5 estados mentales para lograr estas ventajas es una tarea de entrenamiento y persistencia. Pero para todo hay un primer paso.

Te proponemos la siguiente práctica para incorporar a tus rutinas.

Cada día dedica 10 minutos a realizar el siguiente ejercicio. Puedes elegir diferentes momentos y lugares para realizarlo.

  • 1. Mira a tu alrededor, observa como si fueras nuevo en ese espacio, como si todo te fuera desconocido (algo así como nos está sucediendo al ver nuestras calles cubiertas de nieve tras el paso del temporal Filomena)
  • 2.  Presta atención a algo que te conecte a lo que eres y a lo que quieres, algo que pueda incluso definirte.
  • 3.  Ahora mira algo que no te guste, pregúntate qué parte de ti ha decidido elaborar ese juicio y para qué te sirve. Vuelve a mirarlo eliminando el juicio.
  • 4.  Decide cómo quieres afrontar el día, qué emociones quieres que te acompañen y qué vas a hacer para lograrlo.
  • 5.  Prepara en tu mente una forma de reflejar tu estado emocional de calma, una forma de moverte, de mirar y de responder.

Y para acabar de una manera menos oriental, recordemos que también Camarón de la Isla nos recomendaba ser Como el agua:

Limpia va el agua del río
Como la estrella de la mañana
Limpio va el cariño mío
El manantial de tu fuente clara
Como el agua
Ay, como el agua
Como el agua
Como el agua clara
Que ha baja del monte
Y así quiero verte
De día y de noche


    

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