"A veces la vida te da con un ladrillo en la cabeza", esta conocida frase de Steve Jobs, que hizo famosa en su discurso de la universidad Stanford, nos habla de la Resiliencia, la capacidad de superar el dolor del ladrillazo y de extraer incluso algo bueno de la posterior conmoción. A veces el ladrillo es una simple china que salta a nuestro paso, otras veces es un adoquín que cae justo en la base de nuestro cráneo, pero realmente lo importante más que el peso del artefacto, es la percepción que tenemos del evento, e incluso la forma en que lo esperamos. Algunas personas se pasan la vida esperando el ladrillazo, y de tanto anticiparse andan doloridas. Otras tantas hacen como si el ladrillazo no fuera para ellas, miran para otro lado mientras se les infecta la herida. Algunas otras, se revuelven contra el ladrillo y al ofrecer más resistencia, salen doblemente doloridas. Los ladrillazos suceden, llegan, a veces esperados y otras no. Duelen siempre, dejan herida y nec...