Yo cambio. Una pequeña guía para nuestros cambios cotidianos

Nunca el ser humano ha tenido tantos medios para contactar unos con otros. Email, chat, whatsapp, Instagram, Facebook, Linkedin…
Aún recuerdo en mi primer trabajo como consultora, el tiempo que tardábamos en elaborar, enviar y recibir respuesta a una propuesta. Ahora es casi inmediato.
Medios como Teams han revolucionado la forma en que las
empresas se comunican internamente. Sin embargo, su uso inadecuado nos lleva a
escenarios de pérdida de tiempo, productividad e incluso información.
Malas prácticas, la mala elección del medio
Existen una serie de malas prácticas generalizadas que hacen que herramientas tan valiosas como el email, se hayan convertido en uno de los mayores cronófagos (los que se comen nuestro tiempo).
Cada medio tiene su utilidad y objetivo, el email sirve para enviar correos, es decir cartas, por lo tanto nos servirá para aquellas comunicaciones escritas en las que necesitemos facilitar una información que queremos quede constancia de ella. Pero al ser escrita debemos tener en cuenta la falta de información no verbal y paraverbal (tono de voz…) por lo tanto cuidado con la forma en que lo usamos.
Hace tiempo un responsable de formación me pidió que impartiera un curso sobre la forma de escribir correos electrónicos neutros. Yo, por supuesto, le respondí que eso era imposible.
La comunicación siempre
lleva una carga emocional, si intentas que sea neutro la emoción será fría y
tensa. Por lo tanto un correo lleva siempre la emoción del que lo escribe y la
emoción del que lo recibe. ¿Qué pasa si ambas no coinciden?, que se producen
malentendidos e incluso conflictos.
Si tu mensaje tiene una elevada carga actitudinal y puede no
coincidir con la de tu interlocutor, yo te recomiendo que uses otro medio,
donde la actitud se pueda comunicar con más transparencia, por ejemplo el
teléfono.
El teléfono se está quedando hoy para las urgencias, casi
nos sobresaltamos cuando suena. Es un medio “síncrono” de comunicación, puesto que
los interlocutores se encuentran conectados al tiempo. No es así con el correo,
yo puedo enviarlo ahora y mi interlocutor lo leerá quizá ahora o quizá en 2
horas. Por lo tanto, no hay nada más ridículo que un correo con el asunto de
URGENTE, un correo no es nunca urgente, si hay urgencia debemos usar un medio
como el teléfono, porque el email es “asíncrono”.
El chat vino a resolver parte de los problemas que nos causaba
el correo, muchos de nuestros emails solo contenían un “OK”, “gracias” o como
mucho “envíame el informe”. Cuando la
comunicación está dentro de un proceso compartido de trabajo, los mensajes son
cortos, casi telegráficos. Para esto sirve el chat, para enviar mensajes rápidos,
dirigidos normalmente a clarificar ejecuciones, resolver dudas, reaccionar ante
informaciones… Pero un chat también es “asíncrono” por mucho que nos empeñemos
en estar conectados continuamente, como si tuviésemos el teléfono pegado a la
oreja esperando una llamada (la verdad es que ahora con los cascos, diademas y
auriculares casi es así).
Hacemos una mala elección del medio con frecuencia. Escribimos
correos cortos que parecen chats, mantenemos conversaciones por chat que
deberían ser por teléfono e incluso convocamos a reuniones de 2 horas por Teams
que podían ser perfectamente un correo informativo de 6 líneas.
Una reunión es una herramienta valiosísima, no solo sirve para transmitir información, realmente una reunión comienza a ser necesaria cuando es precisa la participación de sus asistentes, si no van a participar, mejor les enviamos un correo. A no ser que necesitemos realmente que participen, en ese caso la reunión es el mejor medio, pero nos encontramos con un paisaje de reuniones en Teams en las que ni siquiera se ven las caras de los participantes, sin cámara, sin sonido…
Realmente estamos desaprovechando el
potencial de una reunión por Teams y sobre todo, estamos generando un exceso de
reuniones, que se solapan unas con otras, en las que se convoca a personas que
no van a decir nada, que puede incluso que estén escribiendo correos durante la
reunión, porque es difícil mantener la atención con la cantidad de trabajo que
se nos acumula reunión tras reunión.
Y podría seguir relatando tantas malas prácticas que hoy en
día nos impiden tener una relación saludable con los medios de comunicación en
las empresas.
Pero ahora, vamos a las soluciones, porque las hay.
Primero debemos tener claro para qué sirve cada medio.
Email Medio
asíncrono |
Solicitudes,
instrucciones, explicaciones… Que quiero
conservar o archivar O para el
envío de archivos En la que no
hay gran carga actitudinal |
Chat Medio
asíncrono |
Instrucciones
cortas y concretas Con acuerdo
de disponibilidad (tiempo de conexión a chat) Comunicación
telegráfica |
Teléfono Medio
síncrono |
Carga
actitudinal Necesito
convencer Urgencias |
Reuniones virtuales Medio
síncrono |
Necesaria
participación de modo síncrono Necesito
compromiso y cooperación |
¿Cómo mejorar el uso de los medios?
Ahora que ya sabemos para qué debemos usar cada medio veamos
algunos consejos para mejorar su uso:
Cada día escucho a profesionales quejarse del exceso de correos,
de la avalancha de chats, de la saturación de reuniones virtuales. Es momento
de parar, reflexionar acerca de la forma en que usamos los medios, pongamos un
poco de cordura en nuestras vidas.
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