Un cuento de Navidad

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Hace años que me gusta enviar felicitaciones de Navidad por estas fechas, reconozco que la Navidad no es lo mío, no es una época que me haga especialmente feliz, quizá sea el frío (yo soy más de calor), o la luz (eso de que sea de noche a las 17:30 me descoloca), pero lo cierto es que no soy una persona especialmente navideña. Si que reconozco que es una época con un gran poder de conexión, nos conectamos más familiarmente, más allá de los regalos y las comidas navideñas, vemos y hablamos con personas con las que hace tiempo que no teníamos contacto.  También es una época de conexión con nuestros propios deseos, nuestros anhelos y nuestros propósitos, aunque luego queden en agua de borrajas . Hace unos 15 años, en uno de estos momentos de preparación de la Felicitación Navideña, se me ocurrió coger trocitos de lienzo, pintarlos y escribir una frase para enviárselos a mis clientes y amistades. Lo pasé bien, jugando con colores y brillos. Me costó encontrar la frase... Finalmente la ...

Coaching para la incertidumbre


Si hoy le preguntásemos a los empresarios qué es lo que temen posiblemente nos darían respuestas similares a las que se han dado siempre: a los precios, a la competencia, a no ser capaces de retener el talento…. Pero si enmarcamos la pregunta en un contexto de coaching que nos permita acceder a la respuesta real, posiblemente la mayoría llegarían a descubrir que lo que más temen es la incertidumbre.

Necesitamos patrones, modelos e informaciones que nos ayuden a predecir lo que ocurrirá mañana, la semana próxima, el año que viene. Hoy día tenemos gran cantidad de información en nuestra mano, parece que la incertidumbre se ha reducido. Yo puedo saber qué tiempo hará esta tarde, mañana…con solo mirar el móvil. Recuerdo cuando todos los años mi padre compraba el Calendario Zaragozano (“la luna nueva de abril traerá tiempo revuelto y vientos por el sur”), un inestimable predictor para las gentes del campo, más allá de sus propias estimaciones de saber popular  (“Cielo empedrao suelo mojao”)


El ser humano lleva milenios jugando a la predicción desde los Idus de Marzo al I Ching, el tarot hasta las Técnicas de Predicción no Casual de nuestros días. En nuestra lucha por la incertidumbre andamos ideando herramientas (a veces puramente intuitivas) que nos permitan reducir el vértigo para poder aventurarnos en la toma de decisiones.
Pero olvidamos que en el ser humano aún habita un cerebro reptiliano, preocupado exclusivamente por su supervivencia, que no sabe de cálculos ni predicciones y que reacciona cual fiera en peligro a medida que aumenta la incertidumbre. La única decisión que cabe ante lo desconocido es la decisión a corto plazo, urgente, reacción no medida y absolutamente teñida de emociones, principalmente de miedo.

La predicción frente a la incertidumbre
La incertidumbre tiene más que ver con lo que ocurre dentro de nosotros que con los cambios a los que la vida ya nos debía haber habituado.
El ser humano siempre ha tenido que desenvolverse en entornos poco previsibles, pero siempre se las ha arreglado para aunar su capacidad de observación del entorno con su intuición e idear formas más o menos elaboradas de predecir lo acontecimientos de diferente índole, desde la posibilidad de lluvia, un eclipse, un buen momento para la siembra, un buen momento para invertir en acciones de determinada empresa…
Pero si hay algo que desbarata los sistemas de predicción son las catástrofes, los acontecimientos altamente inesperados y principalmente los que nos exponen al miedo.

El entorno VUCA
Desde el trágico atentado del 11-S, se ha venido produciendo en el  entorno social una creciente sensación de vulnerabilidad, el entorno VUCA, un concepto acuñado en el seno del ejercito de los Estados Unidos en los años 90 para preparar a situaciones caracterizadas por la Volatilidad, Incertidumbre, Complejidad y Ambiügedad , (Volatility, Uncertainly, Complexity, Ambiguity).

El entorno empresarial y económico es cada vez más impredecible. Si hace 20 años hablábamos de la aceleración de los ciclos de las crisis, y hace 10 años hablábamos de la complejidad de las crisis sistémicas, hoy día sumamos la dificultad de predecir de acuerdo a las variables que habitualmente hemos usado para ello.
Nathan Bennet y James Lemoine, de la Escuela de Negocios del Instituto Tecnológico de Georgia, elaboran un modelo para facilitar un mayor entendimiento y una visión de las nuevas variables que configuran el entorno VUCA.
El liderazgo en un mundo VUCA, es un modelo implantado hoy día en grandes empresas y seguido por directivos y experiencias de éxito. Su desarrollo implica poner énfasis en la CONCIENCIA y la PREPARACIÓN.
  • Conciencia de lo que ocurre alrededor y del lugar que uno ocupa, de las repercusiones de los sucesos en nuestros objetivos y de la forma en que nuestros actos afectan en el entorno.
  • Preparación para adaptarse a cualquier imprevisto, es imposible saber todo lo que pueda pasar pero si se puede saber casi todo, un buen nivel de preparación mental para reaccionar de manera controlada y para poder resistir las situaciones de tensión.

Han pasado más de 15 años desde que se comenzó a hablar del entorno VUCA , sin embargo seguimos sucumbiendo a la incertidumbre, si echamos la vista atrás y hacemos balance de las personas y empresas que mejor han resistido a este entorno impredecible y vertiginosamente cambiante, observaremos que tienen en común que disfrutan de ello. 

También podemos observar que la flexibilidad tiene un límite ético, no todo vale en la capacidad de adaptación.



La integridad, el respeto a los demás, deben ser compañeros de viaje de nuestra capacidad de adaptación.




Es fácil perder tu propia forma cuando uno anda adaptándose todo el día, es fácil perder el rumbo y hasta el alma por el camino. El coaching es una buena herramienta para que las cosas vuelvan a su sitio y el líder recobre su fortaleza.


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