Yo cambio. Una pequeña guía para nuestros cambios cotidianos

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  El cambio es una constante inevitable en la vida. Sin embargo, todos mostramos distintas formas de resistencia y gestionarlo a nivel personal puede ser un gran reto.  Ya sea un cambio de trabajo, una mudanza, una ruptura o incluso un cambio de mentalidad, pueden llevarse gran parte de nuestra energía, aunque también nos hacen más flexibles a los cambios que vendrán. Dentro de cada uno de nosotros existe un gran potencial de cambio, de transformación y de crecimiento.   1. ¿Por qué cambiar? Todo comienza por el reconocimiento de la necesidad. Necesitamos muchos cambios en nuestra vida, pero este proceso de transformación comienza con un momento de claridad. A veces la sensación de no avanzar, un evento que sacude tus creencias o simplemente una intuición interna, es lo que te hace tomar conciencia de tu necesidad de cambio. Escuchar esa voz es el primer paso hacia la evolución personal.   2. ¿Qué me pasa? Cambiar conlleva emociones de las que muchas vece...

Conectando los puntos

Está claro que todo está conectado, y que todos estamos conectados. El universo entero está conectado a nosotros, somos "polvo de estrellas" , por mucho que nos empeñemos en sentirnos una especie diferente en un planeta diferente, son nuestros sentidos los que nos hacen percibir esas diferencias, si nuestros sentidos estuvieran preparados de otro modo la realidad que percibimos sería otra. 

Es curiosa esa conexión cósmica y también es curiosa la conexión personal: personas que comparten pensamientos, que comparten formas de entender la vida, que comparten visiones...




Cada vez que me encuentro con alguien que comparte mi visión particular de la vida me sobresalta la idea de que hay algo imperceptible que conecta nuestras mentes, un hilo invisible que une pensamientos, estoy segura de que a veces pienso acompañada, alguien se suma a mi proceso mental, a veces en paralelo, otras cruzándose en un punto.


A veces pensamos acompañados, surge una idea que crees que es tuya y hay cientos pensando en lo mismo.


Las nuevas formas de comunicación, Internet, la facilidad para conectarse con mucha gente en un instante, es toda una ocasión para comprobar cómo andan esos hilos mentales paralelos. Asómate a la red, plantea una pregunta, esa con la que te has levantado esta mañana, por ejemplo:  ¿por qué esta semana está siendo tan larga? y te sorprenderá comprobar que hay un montón de personas hablando sobre ello.

Las redes sociales nos acercan a personas que piensan a nuestro ritmo.


No somos tan diferentes, ni tan originales, ni tan únicos, hay muchas cosas que nos unen a los demás, más de las que nos imaginamos. Reaccionamos sin ser conscientes a la actitud de los otros, pensamos al unísono en una dirección, nos quitamos la palabra y hasta a veces respiramos al mismo tiempo. 
Todo esto es simplemente porque hace muchísimo tiempo fuimos una misma célula, pero no tanto tiempo como para que nuestras células lo hayan olvidado y sigan CONECTANDO LOS PUNTOS.

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