Un cuento de Navidad

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Hace años que me gusta enviar felicitaciones de Navidad por estas fechas, reconozco que la Navidad no es lo mío, no es una época que me haga especialmente feliz, quizá sea el frío (yo soy más de calor), o la luz (eso de que sea de noche a las 17:30 me descoloca), pero lo cierto es que no soy una persona especialmente navideña. Si que reconozco que es una época con un gran poder de conexión, nos conectamos más familiarmente, más allá de los regalos y las comidas navideñas, vemos y hablamos con personas con las que hace tiempo que no teníamos contacto.  También es una época de conexión con nuestros propios deseos, nuestros anhelos y nuestros propósitos, aunque luego queden en agua de borrajas . Hace unos 15 años, en uno de estos momentos de preparación de la Felicitación Navideña, se me ocurrió coger trocitos de lienzo, pintarlos y escribir una frase para enviárselos a mis clientes y amistades. Lo pasé bien, jugando con colores y brillos. Me costó encontrar la frase... Finalmente la ...

Conectando los puntos

Está claro que todo está conectado, y que todos estamos conectados. El universo entero está conectado a nosotros, somos "polvo de estrellas" , por mucho que nos empeñemos en sentirnos una especie diferente en un planeta diferente, son nuestros sentidos los que nos hacen percibir esas diferencias, si nuestros sentidos estuvieran preparados de otro modo la realidad que percibimos sería otra. 

Es curiosa esa conexión cósmica y también es curiosa la conexión personal: personas que comparten pensamientos, que comparten formas de entender la vida, que comparten visiones...




Cada vez que me encuentro con alguien que comparte mi visión particular de la vida me sobresalta la idea de que hay algo imperceptible que conecta nuestras mentes, un hilo invisible que une pensamientos, estoy segura de que a veces pienso acompañada, alguien se suma a mi proceso mental, a veces en paralelo, otras cruzándose en un punto.


A veces pensamos acompañados, surge una idea que crees que es tuya y hay cientos pensando en lo mismo.


Las nuevas formas de comunicación, Internet, la facilidad para conectarse con mucha gente en un instante, es toda una ocasión para comprobar cómo andan esos hilos mentales paralelos. Asómate a la red, plantea una pregunta, esa con la que te has levantado esta mañana, por ejemplo:  ¿por qué esta semana está siendo tan larga? y te sorprenderá comprobar que hay un montón de personas hablando sobre ello.

Las redes sociales nos acercan a personas que piensan a nuestro ritmo.


No somos tan diferentes, ni tan originales, ni tan únicos, hay muchas cosas que nos unen a los demás, más de las que nos imaginamos. Reaccionamos sin ser conscientes a la actitud de los otros, pensamos al unísono en una dirección, nos quitamos la palabra y hasta a veces respiramos al mismo tiempo. 
Todo esto es simplemente porque hace muchísimo tiempo fuimos una misma célula, pero no tanto tiempo como para que nuestras células lo hayan olvidado y sigan CONECTANDO LOS PUNTOS.

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